Cuando todo va bien. Y cuando no, también

Los tiempos de crisis son buenas oportunidades para descubrir realmente la calidad humana, la lealtad y la generosidad de los que nos rodean. Cuando todo va bien es fácil sonreír y decir que “estoy ahí para lo que necesites”. Es cuando van mal dadas cuando descubres la verdadera naturaleza de las personas, y este virus será un buen termómetro para elegir a nuestros compañeros de viaje de ahora en adelante.

En los últimos días se han viralizado en las redes sociales los mensajes bajo las puertas en las comunidades de vecinos donde viven sanitarios o personal de supermercado; misivas furtivas en las que algunos vecinos “invitaban” a trasladarse a otro lugar a los profesionales expuestos diariamente al contagio porque “aquí hay niños y ancianos” y “no queremos más riesgos”. 

Por suerte, estos mensajes contrastan con los de otros vecindarios, en los que se aplaude de verdad (y no solo a las 8 pm desde el balcón) la generosidad de estos profesionales con mensajes como estos: 

“Sabemos que trabajas en el hospital, en primera línea de batalla, y queríamos decirte que si necesitas que compremos para ti en el supermercado, nada más que lo pidas” 

Si necesitas llorar o reir, en las ventanas nos encuentras para todo. Aquí nos tienes”

“Es un privilegio tenerte al lado. Nunca rociaremos el camino hasta tu casa de nada que no sean pétalos de rosas y aplausos. Te queremos, tus vecinos del 4º y muchos más” 

De nosotros depende ser del primer grupo o del segundo. En Martin Brok tenemos claro que somos de los que apoyamos a quienes se están jugando la salud por todos, y seguimos deseando que tanto ellos como todos los que formáis parte de esta gran familia sigáis Muy Bien.

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