«El Juego del Calamar» salta desde la pantalla al patio de los colegios, con la consiguiente alarma docente por su contenido violento.
Es la serie de moda y si no la has visto probablemente hayas oído hablar de ella. Squid Game (El Juego del Calamar), que se puede ver en la plataforma Netflix, cuenta la historia de un grupo de personas en riesgo de exclusión que se someten a pruebas de supervivencia basadas en juegos infantiles con el objeto de ganar un gran premio en metálico. Los que pierden, lo pagan con su vida.
Aunque muchos la califican de macabra y consideran que su argumento no es apto para un público infantil o juvenil, lo cierto es que muchos niños y adolescentes ya la han visto. Los profesores han observado cómo en los patios de los colegios los niños de 8 y 9 años han comenzado a jugar imitando la trama de la serie, calificada para mayores de 16 años, y en la que la violencia es uno de sus hilos conductores.
Desde los centros escolares:
En algunos centros escolares, de Madrid, ya se ha avisado a los padres para que tengan cuidado con el visionado de la serie. En otros, colegios públicos de San Sebastián de los Reyes (Madrid) ya se ha anunciado que el disfraz que hace alusión a la serie estará prohibido el próximo Halloween. El argumento es que el cerebro de niños y adolescentes se encuentra en pleno desarrollo y es muy influenciable, por lo que existe el temor de que la serie pueda influir en su comportamiento.
Un ejemplo de su impacto en las Redes Sociales, donde ya se comparten todo tipo de puntos de vista al respecto:
— Director saturado ?? (@rafa_79_av) October 13, 2021
Entender la diferencia entre realidad y ficción
Los educadores denuncian que existe un escaso control paternal sobre lo que ven los hijos y los psicólogos advierten que es una serie con una perspectiva adulta, en la que se tratan temas como la amistad o la presión social.
El problema es que todo ello está envuelto en un clima de violencia que el niño no entiende. Por ello, es importante mantener un diálogo con los niños y adolescentes, y explicarles que el objetivo de la serie es plantear una crítica al “todo vale” tan presente en nuestra sociedad. Además, hay que asegurarse de que los más pequeños entienden la diferencia entre realidad y ficción.
En cualquier caso, la repercusión de la serie, la más vista de Netflix de todos los tiempos, no ha tenido lugar solo en España, sino que se ha dado a nivel internacional. En Londres se ha convocado una competición en la que el ganador se lleva más de 11.000 euros y a los perdedores se les dispara en la cara con una pistola de aire comprimido. En Bélgica, algunos niños han sido golpeados por perder en juegos infantiles como “el escondite inglés”.
Esta semana ARAG destacaba en una nota de prensa sobre el tema:
“Montserrat Martín, abogada de ARAG, advierte que, si la situación se descontrola y acaba habiendo agresiones, puede acarrear problemas legales “se pueden exigir responsabilidades a los padres por las acciones de sus hijos. Incluso puede tener un perjuicio económico, ya que el daño que se le hace a un menor tiene que ser resarcido como responsabilidad civil o asumiendo el coste del daño material causado”. El Juez establecerá las bases de la cuantía de la indemnización por RC en función de diversos factores como el sufrimiento de la víctima o si ha habido perjuicios económicos (gastos médicos o de psicólogo, por ejemplo). Si además se considera que se ha cometido un delito, se aplicará la ley de responsabilidad correccional del menor.”
Por tanto al final la decisión que cae sobre los padres puede llegar a afectarles. Algo tan sencillo como una serie coreana puede complicar la vida a cualquier familia si no se hace una buena comprensión de la serie a la par que una buena educación a sus hijos menores.