En estos momentos, es fundamental ser prudente.
La prudencia es no pasarme ni de arriesgado ni de retraído. Y en cuestiones de dinero, está muy ligada a gastar con la cabeza, a establecer prioridades, etc.
Leopoldo Abadía nos habla de austeridad, de gastar con cabeza, de entender muy bien en lo que se nos va el dinero. Nos cuenta divertidas experiencias personales en las que él, de una manera inequívoca, ha tenido que ser prudente y apostar siempre por el sentido común.